El único momento en el que de verdad estás sólo.... que te permite ordenar la cabeza. No, estoy hablando de mientras estás tirado en la cama apunto de dormir (realmente creo que nunca estás sólo en ese momento... ¿seguro que no hay nadie mirando entre tanta oscuridad? ¿En todos esos pequeños movimientos y juegos de sombras?)
Hablo de otro momento igual de personal... Pero es increíble la cantidad de reflexiones que se pueden encontrar en la pared de un urinario público: desde disertaciones políticas, clases de ortografía, refranes populares y clases de conducta, hasta anuncios de todo tipo: peter@guarrimail.com se ofrece para.... Yo, chico de gran dotes busca similar...
Y, en lo que mi mente se reestructura por todo lo que me ha llevado hasta ahí, leo todas esas frases... Finalmente de los pantalones, arrugados en el suelo, saco un pequeño bolígrafo. Reviso la punta manchada de tinta azul pensando seriamente si debería hacer lo que estaba pensando... ¿un acto de vandalismo?
Lentamente, y con buena caligrafía, escribo en uno de los laterales de la puerta:
"Se necesitan abrazos."
Como si de un malhechor me tratara escondo el bolígrafo en lo más profundo del pantalón. Me los coloco y salgo de allí como si nada hubiera ocurrido.
Y así es como puse mi primer anuncio de contactos... en un retrete público, entre unas flechas que contestaban al anuncio "ZP=mierda" y "Emilio, muy majo, busca similar para después de clase"
