...Yar pasó, yar pasó
Érase una vez un muchacho soñador que, postrado sobre su cama, se imaginaba apasionantes y excitantes aventuras que le encantarían que ocurrieran durante toda su vida:
- Me encantaría ser pájaro y volar cerca de las nubes - pensaba, hasta que un día le dijeron: "Tienes la cabeza llena de pájaros"
El muchacho, encantado con esa expresión sintió un incentivo mucho mayor a imaginar:
- Me encantaría ser mago - pensaba, hasta que cierto día descubrió una cosa llamada foro que, aunque no era ser (en sensu estricto) mago, bien podía permitirle hacer todas esas cosas que deseaba
Y así numerosas cosas, una tras otras, ninguna de ella realmente cumplida, pero que, temporalmente, eran satisfactorias. Cierto día el muchachito, ya no tan muchachito, se encontró con uno de sus sueños. Estaban ahí, mirandose frente a frente... a los ojos, sin moverse, impasibles... ambos sabían que este era un gran momento, pero... el muchacho no se atrevía a cumplir su sueño.
Muchos años pasaron, y el chico seguía pensando en ese encontronazo.
"Debería..." "Tendría que haber..." "Ojalá pueda volver a encontrarme con mi sueño"
Lo que no sabía es que ese pensamiento se cumpliría antes o después de nuevo. Y allí estaban otra vez, mirándose sin pestañear.
-Lánzate - pensó, y así lo hizo.
Abrazó su sueño casi sin soltarlo, sintiendo como su corazón palpitaba de tal forma que parecía que se le iba a salir de su pecho... Parecía que su sueño se iba a hacer realidad hasta que.... sintió miedo y empezó a darle vueltas a la cabeza haciendo que su ritmo cardíaco disminuyera, el abrazo perdiera fuerza y su sueño se deslizara por entre sus dedos otra vez
- Creo que no estoy preparado - dijo él sentado al borde de la cama
Es muy curioso como rechazamos las cosas... las explicaciones que intentas dar para engañarte, pero no te engañes, si no lo has cumplido ... ¿acaso era tu sueño de verdad? ¿No sería realmente tu mayor miedo del que huyes todos los días y del que te refugias entre esas nubes de algodón?
- Creo que no estoy preparado - dijo él sentado al borde de la cama
- ¿Y cúando lo estarás? - preguntó el sueño casi desvaneciéndose
- Creo que cuando no tenga miedo
- ¿Miedo? ¿A qué tienes miedo?
- A lo que pase después: a que te cumpla o a que no pueda separame de ti y tenga que vivir respirando con trocitos de sueño através de una bombona. ¿Qué será de mi si te alcanzo tan rápido y no te disfruto en el momento en el que debiera hacerlo? Casi prefiero esperar paciente postrado encima de mi cama, mientras vuelo entre las esponjosas nubes del cielo
Y el sueño nuevamente se esfumó tan rápido como había llegado.
¿Por qué rechazamos aquello anhelado? por MIEDO, y es que estamos rodeados de miedos: miedo al después, al que dirán, al que dirás y miedo a ti mismo
Y yo, personalmente, tengo miedo... mucho miedo